Francisco acaba de volver de un año de voluntariado en Budapest, donde ha trabajado con  personas sin hogar y personas en riesgo de exclusión. Le hemos pedido que nos cuente su experiencia a través de una carta:

“Hasta hace unas semanas estaba pasando un año como EVS en Budapest, Hungría. Siempre digo y diré que fue la mejor experiencia de mi vida, que me ha hecho crecer  como persona y que no lo cambiaría por nada. Me ha hecho crecer y madurar, mejorar mucho mi inglés y aprender (como se puede) el húngaro, un idioma tan interesante como difícil. EVS es una experiencia que te hace conocer otras culturas y también, aunque parezca una paradoja, entender mejor la tuya al estar fuera. Te hace conocer la cultura e idioma, te enseña a ser independiente y apañarte por tu cuenta en otro país, lo cual te hace crecer.  Es una manera de conocer gente de todo el mundo-voluntarios y estudiantes,
Trabajé con personas sin hogar, si bien pocas de ellas hablan inglés, el comunicarte con gestos y que estén agradecidos contigo porque estés ahí para ayudarles no tiene precio.  Yo soy integrador social y gracias a esta experiencia puedo decir que se cómo trabajar con ellos y me he quitado estereotipos de encima”Es una manera de conocer gente de todo el mundo – voluntarios e estudiantes de todo el globo- se aprende a ver las diferencias culturales y se han muchas amistades, es increíble!