Es parte de nuestro trabajo «mejorar un poco el entorno»
Mi nombre es Mitzi, tengo 21 años y hice mi experiencia de voluntariado internacional con Servicio Civil Internacional en el Proyecto VIA VZW en el Centro de Asilo Meihof en Lint, un pequeño pueblo en la provincia de Amberes (Bélgica), donde hay alrededor de 160 refugiados, de los cuales unos 25 niños y 18 menores no acompañados.
Realmente, trabajar en un centro con tantos niños es una tarea complicada, comenzando por el idioma y la cultura. La vida es difícil en el centro: hay peleas, gritos, disgustos, etc. Pero eso es parte de tu trabajo: «mejorar un poco el entorno» o al menos distraer un poco a las personas que residen allí.
Estar allí te hace valorar mucho más lo que tienes y te hace darte cuenta de que hay personas con problemas mucho más grandes que los tuyos. Allí hay niños separados de sus padres, personas lejos de su familia y familias que tuvieron que dejar todo para estar allí y aún así las ves sonriendo. Te conviertes en un niño más cuando juegas con ellos y te das cuenta de que nada vale tanto como esos momentos.
¡Puedo decir que ser voluntaria fue la mejor experiencia de mi vida!
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