Alberto nos cuenta su experiencia de voluntario de larga duración de SCI con el proyecto The Bridgeline en USA.
«Conocí The Bridgeline a través de SCI Cataluña y pensé que podía ser una buena organización para realizar un voluntariado en contacto con aquellas personas que más lo necesitan dentro de la comunidad. The Bridgeline está situada en Charlottesville, Virginia. Es una organización sin ánimo de lucro que trabaja con adultos que tienen lesiones cerebrales. La organización tiene tres casas donde viven la mayoría de los residentes, y también trabaja con muchos otros que viven de manera autónoma.
Una lesión cerebral puede sucederle a cualquier persona: una mala caída, un accidente de coche o un accidente doméstico, por ejemplo. Volver a empezar es difícil pero mi experiencia con estos chicos y chicas me ha demostrado que los avances son posibles y que la recuperación avanza cada día. Es un proceso largo y muy constante, pero durante estos meses he visto la lucha diaria de los pacientes y su capacidad de autosuperación. A pesar de sus dificultades, siempre tienen ilusión y metas por alcanzar.
The Bridgeline tiene un am
plio equipo de profesionales: médicos, trabajadores sociales y voluntarios, con los que trabajo a diario. El ambiente de trabajo es muy familiar ya que muchos de los trabajadores tienen amigos con lesiones cerebrales o trabajan como voluntarios.Com voluntario, trabajo con los residentes creando talleres de música, arte, deportes, cocina, lectura o cine. En estos espacios, los pacientes aprenden a estimular sus habilidades y a reforzar aspectos fundamentales como la motricidad y la memoria. Poco a poco los pacientes son más autónomos y reafirman su integración en la comunidad. Es un trabajo estimulante, exigente y muy reconfortante en todos los sentidos. ¡Es increíble la gratitud de los residentes y cuantas cosas se aprenden con ellos todos los días! Todos ellos son un gran ejemplo para mí: me han hecho ver cuáles son las dificultades reales de la vida y cómo superarlas con mucho esfuerzo. «