La voluntaria de SCI Sara se embarcó en una aventura de voluntariado europeo. Tenemos la suerte de poder contar con sus relatos antes y durante la experiencia. Antes de la experiencia podemos ver que en la maleta lleva muchas ganas y algunos miedos. Tras el primer mes los miedos han desaparecido y la ilusión y el aprendizaje  que se disipan a lo largo del proyecto. Os dejamos con su relato.

Antes de comenzar el servicio de voluntariado europeo.

«A tan solo dos semanas de mi marcha a Györ tengo un montón de sentimientos enfrentados. Por un lado me da mucha pena dejar toda la vida que tengo aquí en Gijón pero por otra siento una enorme alegría y muchísima ilusión por esta experiencia que enseguida voy a comenzar a vivir. Es como si ya casi hubiera conseguido parte de un sueño que llevo tiempo persiguiendo. Nervios, muchos nervios y muchísimas ganas de descubrir un país nuevo, de ver el mundo desde una nueva perspectiva y vivir esta aventura que me hará aprender y enriquecerme como persona y que segurísimo recordaré siempre. Comienza la cuenta atrás! «

PRIvoluntariado en Hungría EVSMER MES DE SVE EN HUNGRIA SUPERADO

«Tuvimos la suerte de vivir la experiencia de los refugiados, que estaba de máxima actualidad cuando llegamos, ofreciéndonos varias noches para ayudar en la estación de tren de Keleti en lo que fuera necesario, principalmente repartiendo ropa y comida. Fue una experiencia super impactante y enriquecedora. Aparte de esto también tuvimos oportunidad de descubrir la ciudad de Budapest, que personalmente me encanta, e incluso fuimos a montar en canoa un día!

Ahora ya estoy instalada en Györ que está muy cerca de la frontera con Austria así que aún hay mucho movimiento. El primer fin de semana que llegué tuvimos que hacer cientos de bocadillos porque se esperaba que llegaran a la estación miles de ellos. Y la verdad es que los trabajadores de Maltese aquí tienen mi admiración más absoluta. Muchos de ellos hacen su jornada laboral en los centros de trabajo y luego se van a la frontera el resto de tiempo libre que tienen, incluidos fines de semana. Se organizan y se van turnando. Es increíble. Yo me he apuntado a un grupo que lo llaman de emergencia y en cualquier momento pueden avisarme si necesitan gente para que vaya a echar una mano. Toda una experiencia, la verdad.
Con el proyecto estoy muy contenta. Desde el primer día me recibieron genial y la verdad es que es un gusto ir cada día. Aunque entiendo mucho menos de lo que me gustaría y estoy bastante limitada a la hora de expresarme siempre me reciben con una sonrisa y se esfuerzan por intentar comunicarse conmigo, tanto el personal del centro que me ayuda un montón como los usuarios del centro de día.

Pues esto ha sido más o menos mi primer mes! A pesar de que los primeros días fueron algo caóticos cada día que pasa me encuentro más agusto aquí y cada día voy descubriendo alguna cosa nueva de la ciudad»