Integración Mutua en Monar Wyszków, Polonia
¿Alguna vez has recibido un aplauso nada más llegar a tu nuevo campo de voluntariado?
Así es como la comunidad de Monar da la bienvenida a nuestro pequeño grupo de voluntarios internacionales en su campamento de verano en Bachotek. Bailando alrededor de una hoguera, al son de Disco Polo, celebramos el inicio de estos quince días tan especiales.
Los días siguientes pasaron rápido, nadando en el lago, practicando kayak y disfrutando del verano polaco.
Pronto llegó el momento de regresar al centro comunitario de Wyszków, a unos 60 km de Varsovia (Polonia). Aquí pudimos formar parte de la vida cotidiana de la comunidad y de su rutina diaria: salir a correr por la mañana, desayunar, juntarse para la reunión matutina, trabajar, tomar otro desayuno, trabajar, estar todos juntos para comer, disfrutar de un rato para charlar e integrarse en la comunidad, cenar, y acabar con otra reunión.
Las reuniones por la mañana y por la tarde son especialmente importantes: por la mañana, la filosofía de Monar se recita en conjunto, se presenta el horario del día y el plan de trabajo, se leen las noticias y una cita para el día, y todos comparten cómo se sienten en ese día. La reunión termina deseándose un buen día y abrazándose. Por la noche es cuando llega el momento de decir gracias; todos cuentan cómo fue su día, agradecen a las personas con las que tuvieron un momento especial y al equipo de cocina.
La actividad de «integración» del programa por la tarde consiste en que todos juntos nos enfocamos en un tema o actividad especial, como por ejemplo los voluntarios hablamos sobre nuestros países de origen. Aprendimos entonces, las tradiciones navideñas catalanas, a bailar danzas tradicionales turcas, temas relacionados con SCI y su historia, etc.
Con todas estas actividades, uno puede creer que Monar es una especie de campamento de verano para jóvenes y olvidar fácilmente que es un centro de rehabilitación para personas con adicción a las drogas que buscan aprender cómo disfrutar de una vida libre de ellas.
En ciertos momentos, la realidad vuelve a hacerse evidente, cuando una nueva persona llega para unirse a la comunidad y todos se presentan: «Mi nombre es …, soy adicto a …, he estado aquí durante 3 meses».
En otras ocasiones, la reunión es más bien una excusa para celebrar un cumpleaños: todos se reúnen con el pretexto de discutir una incidencia y tratar de resolver el problema, y de repente, se sirve la tarta de cumpleaños cantando «sto lat».
En cuanto a la comunicación durante mi campo de voluntariado, el idioma polaco tiene fama de ser un idioma difícil e inicialmente me preocupó que se convirtiera en una barrera que limitara nuestra integración en la comunidad. Esta preocupación se disipó rápidamente: como aprendí en este campo de voluntariado, la comunicación a menudo es posible sin palabras, y en caso contrario, siempre había un traductor que nos ayudaba. A pesar de la barrera del idioma las amistades dentro del grupo crecieron.
Pronto llegó el último día y se acercó el momento de decir “do widzenia”: nos reunimos por la última vez para despedirnos y agradecer a los miembros de la comunidad su recibimiento y acogida.
Después de que finalizara está experiencia todavía estoy impresionada por la hospitalidad y ambiente que conocimos en Wyszków.
Finalmente, la filosofía de la comunidad terapéutica de Monar y la filosofía de SCI son muy similares en multitud de formas: vivir todos juntos y resolver los problemas sin recurrir a la violencia.
El papel de la comunidad es importante, es un lugar donde se escucha y se respeta la voz de todos. No tenemos que fingir ser otra persona, ni el gigante de nuestros sueños ni el enano de nuestros miedos, no necesitamos escondernos detrás de una máscara. Dentro del grupo, nos apoyamos mutuamente en momentos difíciles y disfrutamos de los momentos más felices. Juntos, podemos encontrar el camino hacia la paz interior y hacia una nueva forma de vida.
Me gustaría terminar este artículo de la misma manera que terminamos nuestra última reunión en Monar: gracias a todas las personas de la comunidad de Wyszków por su hospitalidad, por su apertura mental y por todo lo que pudimos aprender de ellos, gracias Marysia, nuestra coordinadora, por todo lo que hiciste por nosotros, y gracias a nuestro grupo de voluntarios por compartir esta etapa,
¡espero que nos volvamos a ver pronto!
Este texto fue inicialmente publicado en inglés en la web de Voices of Volunteers (SCI International). Texto e imágenes de Eliane Preiswerk, voluntaria de SCI Suiza en el workcamp
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-Raquel