Con la formación para profesionales del Tercer Sector sobre transversalización de la perspectiva de género en el voluntariado, que se celebró el pasado 24 de noviembre, llega a su fin nuestro proyecto estrella, VOLUMEN (VOLUnteering for inclusive DevelopMENt)

Durante el Seminario VOLUMEN, pudimos presentar una herramienta innovadora basada en la educación no formal para integrar el gender mainstreaming en el voluntariado, nuestro Toolkit “¿Pueden el voluntariado y el trabajo comunitario desarrollarse sin sesgos de género? El acto de ofrecer para un mundo con igualdad de género”. A la vez, capacitamos a profesionales procedentes de ONG y entidades socias para implementar estas metodologías en sus actividades. 

VOLUMEN: nuestro viaje como promotoras de igualdad 

Sin embargo, VOLUMEN ha sido mucho más que su cierre. Un proyecto de este calibre ha implicado un largo recorrido y una labor transversal y transformadora, donde pude contribuir en primera línea en múltiples acciones enfocadas a la promoción de la igualdad de género y sexual en el voluntariado. Desde los talleres comunitarios para personas voluntarias y activistas, hasta el viaje para optimizar la colaboración entre los socios de España y Grecia, pasando por el desarrollo integral de una campaña de sensibilización y la elaboración de innovadoras herramientas de educación a la igualdad. 

Entre la multitud de aprendizajes y buenas prácticas que hemos estado recogiendo durante la implementación de las distintas iniciativas, me complace destacar algunas de las ideas clave para librar nuestras luchas por la igualdad. 

¿Qué nos ha enseñado el proyecto VOLUMEN?

Una de las lecciones principales surgidas durante la implementación del proyecto ha sido la necesidad de abordar el gender mainstreaming desde un enfoque intercultural. Este enfoque es necesario en los proyectos Erasmus+ como el nuestro, donde se trabaja mano a mano con socios de distintos países que tienen capacidad de influencia en contextos específicos y se dirigen a distintos colectivos. Una perspectiva basada en la interculturalidad permite, por un lado, descartar soluciones preconcebidas y, por otro, utilizar el concepto de género como un paraguas para fomentar iniciativas adaptadas a contextos específicos y culturas. Si somos capaces de descontruirnos y bajar del pedestal de la mirada occidental, podremos ver como la diversidad cultural no limita sino que enriquece y multiplica nuestros esfuerzos por la igualdad. 

Paralelamente, la segunda clave, que viene de la mano de la primera, se refleja en la urgencia de centrarnos en luchas interseccionales y globales. La interseccionalidad ha emergido como principio fundamental tanto en nuestros talleres con las personas voluntarias y activistas, como en la formación de profesionales.  Eso significa que, al trabajar en los espacios de igualdad, es necesario hacerlo apoyando los derechos y las reivindicaciones de todas las mujeres y aquellas personas discriminadas. Se debe prestar atención a cómo los múltiples sistemas de opresión, como el patriarcado, la homotransfobia, el racismo, el clasismo y el capacitismo, se superponen y refuerzan mutuamente.

Finalmente, este proyecto no ha hecho que confirmar el importante papel que las entidades del Tercer Sector podemos asumir en la promoción de la igualdad de género y sexual tanto en el voluntariado como en otros aspectos de nuestra actividad. De ahí, surge la necesidad de fomentar espacios de refuerzo positivo y de intercambio entre especialistas del Tercer Sector comprometidas/os con la igualdad. Nuestro rol de facilitadoras en las formaciones nos demostró que solo si perdemos el miedo a equivocarnos y revisarnos y ponemos el foco en compartir y co-crear conocimientos, soluciones y herramientas, podemos construir espacios realmente inclusivos e igualitarios, tanto en el voluntariado como en la vida. 

Mirando hacia al futuro: la lucha por la igualdad continúa

VOLUMEN toca a su fin, pero nuestro compromiso con la igualdad de género y sexual en el voluntariado continúa. De hecho, está más revitalizado que nunca, ya que los dos años de implementación y gestión del proyecto nos dejan, entre otras cosas, un bagaje de experiencia sobre género e inclusión, así como unas herramientas de educación a la igualdad muy valiosas. 

En el marco del plan de sostenibilidad del proyecto, seguiremos dando difusión al Toolkit y, paralelamente, ya estamos escribiendo un nuevo proyecto basado en la experiencia adquirida y dirigido a fomentar la igualdad y desafiar los estereotipos de género en el ámbito específico de las ONG y del trabajo juvenil. Nuestro objetivo es multiplicar el impacto de VOLUMEN y seguir en la labor de promoción de la igualdad, contando también con aquellos vínculos con personas voluntarias, activistas y profesionales generados a lo largo del camino.

Reflexiones finales sobre el proyecto VOLUMEN de Maddalena Pontiggia, Communication & ESC Officer SCI Madrid

 

 

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